viernes, 22 de mayo de 2009

LAS TENSIONES QUE HAN DE SUPERARSE


Debemos darnos cuenta de las situaciones que hoy en día, en pleno siglo XXI, debemos atravesar:

Debemos caer en cuenta que al referirnos a convertirnos en ciudadanos del mundo, es preciso y necesario, ser primero ciudadano de nuestra nación. Es aquí donde se realizan una de las críticas más grandes que existen hoy en día entre esa tensiòn de lo mundial y lo local, el fenómeno llamado "Globalización". Muchas veces pasamos por alto nuestras verdaderas raìces, nuestra idiosincracia queda dormida en alguna parte de nuestra cultura mientras nos maravillamos con tecnologías provenientes de otros lugares del mundo. En realidad, la crítica que se realiza no es desechar los nuevos horizontes o pasar por alto las nuevas oportunidades que la ciencia logra poner a nuestro alcance, la invitación a lo nuevo, a lo mejor, a lo tecnológico siempre estara abierta. Sin embargo, es preciso señalar la importancia de lo que es realmente nuestro. Participar en la vida de nuestra nación, ser ciudadanos participes de ella, conocerla a cabalidad, serán pilares fundamentales para crear fuertes cimientos en nuestra cultura que más adelante servirá como base inquebrantable y asi poder fortalecer y enriquecer con nuevas ideas provenientes de otros lugares.
Así como, debemos también dar una importante prioridad a nuestra individualidad como ser humano, es imposible transformarnos en clones unos y otros pues es asi donde perdemos nuestra autonomía. Lamentablemente, el progreso científico hace que algunos puedan sentirse amenazados y destinados obligatoriamente a cambiar de rumbo, pues su cultura y tradiciones se van volviendo cada vez más obsoletas.
Lo ideal para todos sería adaptarnos a esta nueva revolución tecnológica sin negar nuestras verdaderas raíces, sin dañar la cultura a la cual pertenecemos y de esta manera enfrentarse al desafío de las nuevas tecnologías de la información.
También podemos extraer del documento la idea de que lamentablemente hoy en día la gente pide respuestas inmediatas, rápidas a todos sus problemas. Sin embargo, no es siempre ésta la mejor solución, pues en ocasiones es necesario evaluar y examinar de una manera más profunda la situación y cuál sería la mejor solución. No obstante, esta solución puede necesitar de una determinada cantidad de tiempo para llevarse a cabo y sobre todo, para que los resultados logren ser apreciados. Un claro ejemplo de esto son las políticas educativas.
Si bien la competencia es necesaria, y además funciona como un excelente método para hacer que los resultados de todo tipo mejoren, se suele olvidar que estos mejores resultados son logrados bajo un ambiente de presión. Que tal vez no es el más idóneo para el desarrollo de cada una de las potencialidades que las personas poseen, o más bien se olvida el propósito original de este desarrollo, que es precisamente ese, tener la satisfacción de estar mejor capacitado para desempeñar la ocupación pertinente. En cambio, este desarrollo se transforma en una competencia de no perder el empleo u obtener una mejor remuneración.
Además, en el texto se hace alusión a la eterna tensión que existe entre lo espiritual y lo material. Es aquí, donde debemos poner práctica nuestra noble tarea de educar, a elevar el pensamiento y a lograr siempre un desarrollo pleno y libre del espíritu por sobre cualquier tema materialista.

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